Estilo Educativo

Pedagogía del corazón

La “Pedagogía del corazón” es el “estilo educativo propio” de nuestra congregación,  cuya convicción central es que la educación verdaderamente eficaz es aquella que toma en consideración a la persona. La educación que se desprende de esta antropología es una educación reparadora de la persona, que busca traducir el modo de amar y de actuar de Jesús.  

La “Pedagogía del corazón” es viva y abierta, es creativa y se adapta a la realidad que tenemos delante; abre caminos y crea sendas de encuentro para sacar lo mejor de cada uno de nuestros alumnos. 
 

Proyecto educativo

Los rasgos que dan sentido a nuestro proyecto educativo son los siguientes: 

REPARAR EDUCANDO, EDUCAR REPARANDO

Nuestra manera de concebir y vivir la educación está indisolublemente unida y evoluciona en relación con el modo en que concebimos y realizamos la reparación. Miramos a cada persona como algo de “mucho precio” y la acompañamos en su proceso de crecimiento integral, para desarrollar todas sus potencialidades. 

EVANGELIZACIÓN DEL CURRICULUM

El modelo antropológico que sustenta nuestra educación está inspirado en Jesús y no se queda en la simple transmisión de conocimientos; antes bien, pretende ayudar a la persona a asumir en su vida los valores del Evangelio.

LA EUCARISTÍA EN EL CENTRO

Proponer el aprendizaje en clave pastoral implica considerar que el colegio no acompaña la pastoral sino que todo el aprendizaje debería darse en clave pastoral. 

Este camino deviene en pensar la educación en clave comunitaria y misionera, es decir, una pastoral eclesial que prepara y promueve experiencias para la vida y misión en la búsqueda de una sociedad alternativa, para transformar el mundo en un mundo soñado por Dios.

ACOMPAÑAMIENTO

Para  lograr el acompañamiento de cada uno de los miembros de la comunidad educativa se propone asumir actitudes de reflexión, gratitud y amplitud de la mirada. Queremos cuidar y acompañar procesos, apostar por el desarrollo de la interioridad como dimensión y capacidad humana de reflexionar, discernir, amar y optar en libertad por los valores del Evangelio que iluminan la Pedagogía del Corazón.

DISCERNIMIENTO

El desafío de educar en el contexto actual pasa por una educación que integre la  práctica del discernimiento, que es el inicio de un camino de formación de la persona. Enseñar a cada uno a discernir, para garantizar procesos de acompañamiento espiritual, acogida y crecimiento en la formación espiritual del equipo docente, los estudiantes y las familias. La palabra discernir es sinónimo de juicio, distinción, comprensión, es decir, cuando una persona discierne algo debe comprender, distinguir lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto y ser prudente en su manera de actuar. Desde este lugar, la educación, tal como la concebimos desde la Pedagogía del Corazón, debe ser capaz de suscitar preguntas, de abrir horizontes, de generar creatividad.

ESCUELA-FAMILIA

Las familias, tanto las nuevas como las que ya forman parte de nuestros colegios, también deben tener en claro cuál es nuestro carisma, cuál es el ideario del centro educativo. Para ello es preciso reforzar el mensaje que queremos transmitir. La familia, pues, necesita orientación de la escuela. Desde este lugar, el rol transversal de la Pastoral cobra nuevas dimensiones.